Hay días en los que me gusta salir a caminar con mi cámara, sin ningún motivo específico a fotografiar y sin un rumbo fijo. En algunas ocaciones camino y camino y no logró nada que me llene al realizar una fotografía, algunas veces no encuentras esa fotografía que te sacuda el alma. Pero, hay ciertas ocaciones, la vida da una gran sorpresa y el mundo te vuelve a sorprender y te permite recordar el porqué amas tanto a la fotografía.
La serie del día de hoy se logró en una de esas caminatas, y cuando parecía que sería un día de esos en que no lograr mucho, fotográficamente hablando, un diminuto insecto se atravesó en mi mirada. Pero éstas fotografías no las hubiera logrado sin el equipo que llevaba en ese momento: Una 8oD, un ring flash y un objetivo, que sea convertido en un descubrimiento impresionante y en una verdadera joya, un 65 mm super macro de Canon.
Pues resulta que ésta belleza tiene una capacidad impresionante de aumentar el tamaño proporcional de los objetos, desde 1X hasta 5X, lo que permite un gran acercamiento y detalle a objetos muy diminutos. Realmente me enamoré de el la primera vez que lo probé y he estado experimentado con el. Y he podido sumar nuevas fotografías a mi serie Universo Macro. Aquí un ejemplo con un insecto muy peculiar, es un poco más pequeño que la mitad de mi uña del pulgar de mi mano.
Realmente me sorprende las capacidades de ésta óptica, goza de una gran nitidez, el diseño y los elementos de vidrio, suprimen las aberraciones cromáticas que se hacen evidentes a grandes aumentos. Yo los invito a probarlo, si les apaciona la fotografía macro, no pueden dejar de probar a éste miembro de la familia Canon. Les comparto unas cuantas fotografía logradas con éste equipo, con éste peculiar insecto y un par de amigos más que encontramos en el recorrido de ese día.
Gracias por mirar y compartir.
