La producción estaba lista un día antes: iluminación, maquillista, coordinadora de moda, plan de trabajo, la colección planchada y acomodada, equipo revisado, pilas cargadas y memorias vacías. La pre producción es importante para tener el control sobre la sesión.
Pero existen cosas ajenas a nuestro control esos pequeños a grandes inconvenientes que ponen toda la producción en juego y sobre todo ponen en duda el profesionalismo de algunos participantes.
Lina, nuestra modelo, llego puntual a la cita. Ella es la protagonista y la pieza más importante dentro de la sesión la que nos va a permitir lucir la colección y el maquillaje. Puntual y con una infección estomacal que difícilmente le permitía mantenerse erguida.
La sesión se empezó a complicar su rostro desencajado se veía reflejado en las fotografías, le costaba mucho estar derecha y concentrada. La fiebre hizo estragos y llego un momento que se desvaneció.
Empezó la polémica sobre el profesionalismo de la modelo, algunos compañeros le cuestionaron su poco profesionalismo argumentando que pudo cancelar un día antes, lo que nos hubiera permitido terminar la sesión sin complicaciones. Otros le reconocieron su esfuerzo y soportar hasta que el cuerpo dio lo mejor de si.
Cada quien puede cuestionar o vivir el mucho o poco profesionalismo en base a su experiencia. En el mundo profesional debemos de sacar el trabajo a como de lugar, debemos de tener la capacidad de resolver todos los inconvenientes que se nos presenten;!cada día de retraso es más dinero que se tiene que invertir en la producción. En la vida real somos humanos y considero que no hay paga suficiente que tenga que sacrificar tu salud o bienestar.
Ni justifico ni reprocho la situación y condición de la modelo. Pero algo he aprendido en mi vida profesional: cuando el corazón, el alma y el cuerpo están mal, todo lo que realizas no funciona bien. Lo que si le agradezco a Lina son estas imágenes en la que todo el equipo pudo superar los inconvenientes.
