Detrás de una fotografía I.

Bienvenidos nuevamente al blog.

Quiero dar un pequeño giro a la parte escrita de mis historias; no se crean me cuesta un poco de trabajo escribir, pienso que me expreso mejor con las imágenes, pero hay muchas cosas que no se pueden contar con mis fotografías. Ellas expresan un momento y una situación específica, hablan por si mismas. Pero muchas fotografías tienen otras historias, tienen un significado diferente del que ve el espectador en primera instancia.

Esas historias van desde lo que a ti como fotógrafo te mueve a hacer ciertas imágenes, de esas fotografías que te ayudan a ser mejor persona,  esas fotografías que se vuelven lecciones de vida, que te conmueven, que te derriban, que te recuerdan el por qué decidiste recorrer el mundo con una cámara fotográfica. Hasta esos clicks que  te ayudan a crecer profesionalmente y a ser mejor fotógrafo.

De eso se tratan estas entradas que por el momento llamaremos «Detrás de una fotografía», desde hace un tiempo he tenido ganas de contar algo un poco más personal sobre algunas de mis fotografías, que son emblemáticas en mi trayectoria por diferentes razones.

Pues comencemos con esas historias.

La música y la fotografía.

Para este ejercicio seleccione una fotografía de concierto, una fotografía de Javier Batiz. Primero, siempre he creído que la música y la fotografía tienen la capacidad de cambiar el mundo, comenzando por nuestro propio entorno. Liberan, dan fuerza, tocan todos tus sentidos y tiene ese don de transportarte en el tiempo y colocarte en una parte de tu historia. Esta fotografía fue la primera vez que hice fotografías de conciertos, nunca lo había hecho y fue la primera vez que combine 2 de mis pasiones; eso me puso muy feliz y contento.

 Tomen en cuenta que la foto tiene más de una década que fue creada, era por lo menos 10 años menos experto y por si fuera poco el día que hice la fotografía era mi cumpleaños. Por muchas razones es significativa.

Javier Batiz.

El legendario Brujo, es un pilar del Rock mexicano, es un referente obligado de la música. Para muchos el padre del rock en México. Por décadas acompañado de su fiel Tijuanera (su guitarra), su voz fuerte y ese blues han sacudido los sentidos de los escenarios más importantes de la música. Pero sobre todo ha marcado la vida de muchas generaciones de amantes del rock, de músicos, de artistas, ha dejado su huella en las páginas del rock mexicano.

Tiene más de 20 años que la música de Javier Batiz me acompaña. Recuerdo una etapa en la que tenía la necesidad de escuchar nueva música, por lo menos nueva para mi. Me recuerdo muy bien recorriendo los puesto del Tianguis Cultural del Chopo, cuando encontré el CD de la Casa del sol naciente, esa versión interpretado por Batiz me voló los sentidos, ahí inició una complicidad de su música con mi historia de vida, dicha complicidad sigue hoy día. Es el contexto del por qué son tan significativas las fotografías que logré de él.

¿El significado fotográfico?

Fotográficamente hablando ¿qué significa esta imagen?; yo se que es una fotografía pero hay una lección detrás de ella. De entrada es uno de esos accidentes fotográficos, recuerden que es la primera vez que yo hacía conciertos, cometí muchos errores en ese momento que hicieron que la mayor parte de la serie fueran malas fotografías debido a: Velocidades demasiado bajas que me dejó fotografías movidas, un lente poco luminoso que me obligaba a subir el ISO, pero en esa época mi equipo era muy modesto, no quería subir el ISO por miedo a perjudicar la calidad de mis fotografías. Era un desastre lo que estaba logrando en ese momento.

Si bien, hoy el uso del flash es fundamental para mi y mi trabajo, en el momento que realicé la fotografía estaba lejos de entender, controlar y dominar el uso de un speedlight. El peor error que puede cometer un fotógrafo es estrenar y probar equipo nuevo en un evento importante, sobre todo si no tienes el conocimiento previo para poder usarlo. En ese momento recién adquirí un speedlight y me aventure a usarlo, sin la mínima experiencia.

Primer error, lo use montado sobre la cámara, el mal uso del flash hacia una fotografía demasiado plana por la dirección del flash y generaba unas sombras horribles y demasiado evidentes detrás de los músicos. Segundo error, ese día aprendí que algunos speedlight cuando haces demasiados disparos a plena potencia se calientan y dejan de disparar, hasta que la temperatura se regula. Eso significa que la fotografía que comparto es un accidente, salió así porque mi flash no disparó.

De la desesperación por no entender que le pasaba a mi flash, pasé a la reflexión. Por alguna extraña razón la fotografía se veía mucho mejor sin mi flash, apague mi flash y seguí haciendo fotos y logré una serie muy pequeña, pero con más sentido. Pero yo no tenía idea del por qué o que había pasado, lo que me llevo a estudiar, comprender y practicar el comportamiento de la luz y el uso del flash, me llevó tiempo, pero aprendí a controlarlo.

Así es la historía detrás de ésta fotografía, lo bueno que no era proyecto real y aprendí algo ese día. Por eso creo mucho en la preparación y en la práctica, no hay prueba y error si estudias y te preparas bien, cuando dominas tus herramientas y cuando vas inspirado.

Espero les haya agradado la entrada de hoy, me gustaría conocer su opinión y me encantaría que compartieran el blog, para poder conocer las experiencias de otras personas. ¿Tú tienes una historia detrás de alguna fotografía?

Gracias.