La complicidad en un boda.

Muchos actos y palabras se conjugan, para formar parte de un enlace matrimonial. El amor es indudable, todo gira alrededor de el, por eso todos se dan tiempo ese día para constatar la unión entre 2 seres que se aman.

Hoy hay una palabra fundamental que es clave para un día tan importante: Complicidad. Todo es un acto consiente o inconsciente de complicidad entre todos los que participamos. Sí, me estoy incluyendo en esa complicidad como fotógrafo. Para mi es fundamental esa especie de conexión y química entre la pareja y un fotógrafo, para lograr una cobertura y una sesión exitosa, llena de momentos, de magia y de recuerdos.

Cada ocasión que una pareja y un servidor consolidamos esa complicidad y ese compromiso, hemos realizado fotografías únicas y diferentes, no nos apegamos a ninguna formula. Todo en ese momento es sentir, dejarse llevar y con una fuerte carga de improvisación, nada está planeado.

La pequeña serie de hoy es un gran ejemplo de ese momento único que nos da la complicidad entre la pareja y el fotógrafo; entre ellos, los amigos y la familia. Y también de los que involuntariamente nos dejaron realizar una sesión express en un café del centro de Coyoacán en la CDMX.

Salió una idea propuesta por la pareja. En cuestión de segundos acomodamos y desacomodamos las mesas del café, colocamos un flash con un octabox de 70 cm, preparamos la cámara, medimos luces. Todos, todos participamos y logramos ésta serie de fotos que no nos llevo más de 10 minutos desde que la pensamos, hasta que más gente empezó a llegar.

Exprés y espontáneo, así logramos la serie que en lo personal me agrado demasiado. La comparto y agradezco a Andrea y Victor la confianza en mi mirada. Es únicamente un avance de la cobertura de su boda civil, muy pronto la cobertura completa en el blog.