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He sido afortunado que grandes y talentosas amigas confíen en mi miradas para poder hacerse una sesión. Y el compromiso todavía es mayor cuando deciden hacerse una sesión boudoir. La protagonista de la sesión de hoy es Paola Valencia, una gran maquillista y cuando ella se lo permite a la vida una gran modelo.
Existen momentos en que las mujeres encuentran un punto de equilibrio en su vida, entro lo que llevan y sienten por dentro que empata con lo que muestran y proyectan por fuera. Es en ese punto de paz, de seguridad y energía en que dicen: Quiero mi sesión.
Y una de las ventajas que tienen mis sesiones, es que no están planeadas, no son parte de un catálogo, sets armados o ideas recicladas, cada sesión es distinta. Primero porque cada persona que está frente a mi cámara es diferente, siente y ve la vida de una manera muy particular, en conjunto desarrollamos o improvisamos ideas que nos den un toque distintivo más cercano a la personalidad y el sentir de ellas en ese momento de su vida.
Es ese andar en la vida que encuentras gente talentosa que te aporta y que confía en tu trabajo. Es esa constante búsqueda de la vida de cada persona que todo se alinea y te sientes un gran punto de tu vida, y deseamos con toda el alma que se equilibrio que encontramos sea eternos, pero sabemos que los cambios constantes son parte del camino. Por eso no hay nada como la memoria, una sesión fotográfica que nos permita recordar ese punto en nuestro andar en el mundo.
Gracias por mirar, leer y compartir. Nos vemos la próxima.
