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Hoy les traigo la sesión boudoir completa que le realicé a Lucy. La sesión fue increíble por muchas razones. Creo que la más importante es que Lucy jamás se había realizado una sesión fotográfica y por lógica nunca una sesión boudoir, entonces el reto iba en aumento. En segundo lugar yo no la conocía, mis únicas interacciones previas con ella fueron por WhatsApp, una amiga en común le recomendó mi trabajo, vio mi portafolio y dijo: ¡Sí quiero hacerme una sesión contigo!
Las sesiones boudoir no son sencillas, tienes que generar ambientes de confianza, respeto y seguridad hacia la modelo en todo momento. Una clave importante del éxito de las sesiones es que la mujer se suelte y se sienta libre de interactuar frente a la cámara. Lo increíble de la sesión con Lucy es que pudimos conectar muy rápido, se sintió en confianza, nos divertimos y reímos bastante y eso nos permitió generar una gran variedad de fotografías.
Lucy es Abogada y se dedica 100% a su profesión, le encanta la lencería y tiene una fortaleza física y espiritual impresionantes. Una mujer muy segura y simpática, todos estos factores combinados hicieron una gran química con la cámara y los flashes. No todo el trabajo de una sesión depende del fotógrafo, un porcentaje importante depende de la persona que esta modelando: Tienen que estar convencidos, seguros, sueltos, libres para poder transmitirlo frente a mi lente. Sí el fotógrafo los guía, los motiva y das pequeñas direcciones, pero si ellos no abren su mente y su alma la sesión no va a funcionar como esperas.
Les comparto el testimonial de Lucy sobre su sesión, su experiencia y sentir. Y así fue la historia de cómo Lucy trajo sus alas y su luz al estudio. Y aquí está el resultado de la sesión. Casi 3 horas, diversas ideas, varios esquemas, cambios de ropa y muchas risas son parte de la serie que les comparto. Nos vemos la próxima gracias por leer, mirar y compartir.