Experimentar y probar son 2 cosas que nos ayudan mucho a crecer, a mejorar, a entender y nos abre un espacio importante para entender hacía dónde queremos y podemos llevar nuestras fotografías. Por pequeño que parezca, por insignificante o incluso que sean fotos mas comunes o cotidianas. Una de las claves de ser creador y artista de la fotografía es meterse en terrenos diferentes a lo que estamos acostumbrados.
Decía Duane Michals, que para ser creativo tienes que no saber lo que estás haciendo, que si ya sabes de antemano lo que vas a hacer, eso no es creatividad. La creatividad es una crisis de no saber lo siguiente y dedicarse a averiguarlo. Esté pensamiento de enfrentarse a lo inesperado es parte de lo que escribo el día de hoy.
También tiene que ver con la construcción de una estética propia de una re interpretación de los elementos de la fotografía y hacerlos parte de mi discurso. Si alguien me dice que para hacer cierto tipo de fotografías tengo que cubrir una lista de elementos que esa persona me proporciona y me dice que así se tienen que hacer ese tipo de fotografías, matamos la parte creativa y la propuesta que puede nacer de mi. Para qué ser creativos o para que experimentar sí tengo que usar cierta marca, tal lente, ese modificador, usar ciertos colores, poner un fondo específico y llenarlo de adornos, además tener esquemas de luz inamovibles. Así es cómo le quitamos la emoción a la fotografía.
¿Por qué hay ardillas en este texto?
Es un pequeño ejercicio fotográfico de 2 situaciones nuevas para mi
- Me prestaron un 70-200 mm y me puse a jugar con él. No importa si tengo 20 años haciendo fotografías, tienes que conocer, acostumbrarte y familiarizarte con telefoto. De entrada tienes que entender que necesitas una velocidad mínima para que las fotos no salgan vibradas, es más pesado, se comporta diferente, reacciona diferente. Todo es distinto y es importante evaluarlo para ver si su estética y el resultado es lo que buscas y puede sumar algo a tus fotografías.
- Me puse a fotografiar ardillas porque es algo que no hago seguido y de repente conectar con la naturaleza esta increíble. ¡Ah pero qué difícil es hacerles fotos! Se mueven constantemente, son rápidas, el enfoque, en encuadre, no están en la mejor luz, ajustar la exposición entre luces y sombras, todo ese en pocos segundos. Sí le suman que estaba con un lente que nunca uso… es un ejemplo sencillo de salir de la zona de confort.
Les comparto la serie que logre con las ardillas, creo que vale la pena probar cosas nuevas. De entrada les puedo asegurar que la estética y los resultados del 70-200 mm es una belleza. Su rapidez, su nitidez, colores y todo son crema pura, es filoso y certero. Una verdadera joya.
Aquí están las fotos no vemos la próxima. Gracias por leer, mirar y compartir.