Yo crecí con la lucha libre y con esa extraña fascinación y misterio que envolvía a esos extraños personajes que cubrían sus rostros, personajes ficticios que dotábamos de realismo. Eran inspiración cuando mi hermano y yo volábamos entres las literas y los sillones, eran heroes de carne y hueso que nos enseñaban la diferencia entre el bien y el mal, ellos podían golpearse y sangrar, pero las mascaras que llevábamos mi hermano y yo, únicamente se llenaron de sudor, de risas y de una inexplicable incógnita: ¿como podían respirar y hablar al cubrir su rostro?. En nuestras luchas no había perdedores ni ganadores, siempre terminaban con un abrazo, porque siempre queríamos estar en la misma esquina, es lo más libre que nos dejo la lucha.
Está entrada es muy significativa por eso, se juntaron mis buenos recuerdos de infancia y mi pasión por la fotografía en uno de los eventos más representativos del año dentro de este espectáculo, la Triplemanía XXIII. Pude conjugar la lucha libre con la fotografía y sumar mi experiencia en ambas áreas, buscando un buen resultado. Si bien el motivo principal de nuestra visita a la Arena Ciudad de México era cubrir aspectos de producción y logística, nuestra cobertura no estaba enfocada a cubrir lo que ocurría en el hexadrilatero, pero no podia desaprovechar el momento, así que decidí quedarme con unos momentos de lo ocurrido esa noche. Y no sólo me quede con unas fotografías para compartir, también me quedo con lecciones importantes para reflexionar, no es fácil hacer una cobertura fotográfica de la Lucha Libre. Antes de continuar quiero agradecer a mi amigo Carlos Ortiz Fotografía por invitarme a acompañarlo a cubrir este evento.
La importancia de conocer el tema.
Es el más obvio de los requisitos, pero el que más deja de lado la gente que está iniciando en la fotografía. La importancia de conocer, dominar y especializarse en nuestra área, son cosas que estamos dejando de lado en nuestra profesión, no es el hecho de convertirnos en todólogos en cada tipo de proyecto que nos propongan, si no desarrollarlo con un estándar de calidad acorde a mi trabajo, a lo que yo busco como fotógrafo. Sí voy a realizar fotografía de boda (por ejemplo) necesito ciertos conocimientos técnicos y cierto equipo para realizar fotografías de un nivel profesional, improvisar es muy fácil, pero tener las bases necesarias para resolver y proponer con calidad mi cobertura, es algo que se va moldeando con los años. Y tomamos en cuenta que cada cobertura es distinta, cada fin de semana puedo realizar una boda, pero no significa que cada boda sea idéntica, no puedo pensar en resolver de la misma manera distintas situaciones de luz y espacio. No recuerdo haber tomado fotografías de lucha libre la única ventaja que tenia en este momento es que conozco del tema, pude predecir hasta cierto punto algunas situaciones que podrían ocurrir, o los movimientos clave y significativos de cada luchador. Sin ese conocimiento previo pude perderme de buenos momentos.
Contar con el equipo adecuado
Al iniciar el año decidí hacer mi mochila fotográfica más ligera, quise dejar de lado los objetivos tipo zoom y enfocarme en la distancia focal fija, sobre todo porque el año pasado todos mis proyectos fotográficos los realice con un 85mm. Decidí quedarme este año con un 35mm y un 105mm para mis proyectos y coberturas, la distancia focal fija me obliga a moverme más a no ser tan estático a la hora de realizar mis fotografías, no cuento con esa «comodidad» que podría significar el tener un lente tipo zoom. Que significo esto esto en Triplemanía XXIII, para el proyecto que fuimos contratados no tenia inconvenientes, pero en la parte del hexagonal de repente me quedaba demasiado abierto o demasiado cerrado mi encuadre, me requería estar más despierto y moverme constantemente para lograr el encuadre ideal para trabajar.
En algún momento de la cobertura lamente no contar con un lente «más versátil» que me diera cierta comodidad, se que el equipo es importante, pero se vuelve más importante sacarle provecho al equipo que tengo en mis manos, o me paso la noche lamentándome o me dedico a hacer fotografías. Trabajé con lo que tengo, aquí esta el resultado y ustedes me darán su opinión. Lo que es importante, es saber si cuento con las herramientas necesarias para desarrollar un trabajo.
Echando mano de la experiencia
Es importante hacerte de buenas bases para trabajar. Éstas las logras con los años, en cada evento vas sumando experiencias que puedes poner en práctica cada nueva sesión. Nunca había tenido la oportunidad de cubrir un evento de Lucha Libre de este calibre, mi cámara no era la única que se encontraba en ese momento y no me refiero a los medios de comunicación, no existían restricciones para ingresar tu equipo fotográfico a la Arena. Cámaras de todos los tipos, marcas y precios estaban haciendo registro del evento.
El respeto es importante tanto para espectadores, como para compañeros de profesión. Aquí es donde la mirada juega un papel importante, estoy atento a lo que pasa en el ring pero también al pendiente de lo que esta a mi alrededor, no estorbarles ni que me estorben, no interrumpir al aficionado ni al compañero. Me la pase dando vueltas alrededor de los encordados para lograr ángulos y visiones distintas que enriquezcan mi proyecto, siempre cuidando lo que pasaba a mi alrededor.
Apasiónate de lo que haces.
Hacer tu trabajo con amor, que te llene en todos los sentidos, poner un poco más que el corazón en cada click que realizamos. La fotografía ha sido muy generosa conmigo y me ha permitido llegar a lugares inimaginables y a conocer gente increíble. Este día lo volvió a hacer, gracias a la fotografía puedo compartir con ustedes ésta serie, realmente estaba emocionado y apasionado al momento de realizarlas. Encuentren la pasión y el amor en cada área de la fotografía que se quieran dedicar, busquen especializarse en amar y desempeñar de la mejor manera el trabajo fotográfico que hagan, no existe otra forma de hacer fotografía si no los mueve desde adentro.
