Saludos:
Tengo muchas sesiones por compartir con ustedes dentro del blog, que por esas cosas raras de la vida no lo pude hacer. Por eso estaremos navegando entres el pasado y el presente, sesiones recientes y sesiones viejitas, pero las series completas, los resultados finales, que es una de las partes importantes del blog: Mostrar series completas y finales, en algunos momentos una reflexión sobre fotografía, un anécdota de las sesiones, una historia por compartir o algo que ronda en mi cabeza. Por lo menos la mayoría de las veces lo trato de hacer, sobre todo porque la página web es mi espacio de libertad y personal, sin la censura o visiones ajenas de las redes sociales.
Pues en la serie de hoy les presento a Natalia. La conocí hace un par de años porque tomó un curso conmigo, el dar clases me ha permitido conocer gente increíble, talentosa, entregada y apasionada. No solamente a la fotografía o al video, que son lo cursos en los que me involucro; sino que son personas que se emocionan por vivir, por crear, por dejar huella y por trascender.
Nat es fortaleza, vida y alegría. Y en alguna ocasión tuve la oportunidad de hacerle la sesión que les presento hoy. Significativa porque fue una de las primeras sesiones que hice cuando recién llegue al departamento donde actualmente vivo. En un momento complicado de mi vida donde intentaba reestructurar muchas cosas, también estaba acondicionando un espacio dentro de mi departamento para poder hacer sesiones. Y como todos los inicios, no siempre es fácil y sencillo, por eso estas primeras sesiones son muy importantes para mi.
Aquí les dejo la serie completa. Gracias por leer, mirar y compartir mi blog. Nos vemos en la siguiente entrega.
