La fotografía es un ejercicio creativo, una propuesta visual, es una interpretación del mundo, un instante en el tiempo. Al menos debería serlo en esencia. No hay fórmulas mágicas, caminos fáciles, ni sistemas infalibles; no es que sea difícil, pero hay que entender que su importancia y trascendencia no se va a explotar al máximo desde una visión estática.
La fotografía requiere movimiento de todo, de ideas, del cuerpo, de la mirada, del punto de vista, de la luz, de las sombras, de las personas, de las emociones. Todo se mueve y todo sucede cuando hacemos una fotografía. Si entendemos éste principio básico, comprenderemos que para poder hacer fotografías creativas hay que hacer cosas diferentes todo el tiempo. Que si yo me esfuerzo mentalmente voy a poder proponer cosas nuevas y variables en cada sesión. Esa especie de energía mental, es lo que le puede dar valor a mi fotografía.
Les platicaba en una entrada anterior sobre los cursos de Canon Zoom In, específicamente el de Color Light (Le dejo el link si se perdió la publicación), en la entrada les describía un poco la forma en que desarrollo la clase. Pero hay algo fundamental de mis cursos y de mis sesiones: Nunca hago lo mismo.
El principio y la estructura las mantengo, pero los ejercicios los voy cambiando. MI trabajo sería muy aburrido si hiciera siempre lo mismo, no tendría fotos nuevas que mostrar, no tendría nada nuevo que compartir y me estancaría en circulo vicioso en el que la pereza visual dominaría mi trabajo.
Amigos fotógrafos, que no se estanque la mirada, que no se oxiden las ideas, que no les gane la pereza de hacer variables. El Foto Museo de Cuatro caminos ha sido la sede buena parte del año, para mi curso de color Light. He dado cerca de 20 clases relacionadas con el principio del color de la luz y el uso del speedlite. Con el mismo fundamento teórico, con la misma lógica y principio de la luz, en el mismo espacio.
¿Cómo logró hacer fotografías diferentes con los mismos elementos? Poniendo a trabajar la cabeza y el corazón, siempre se están moviendo, siempre están doblando las posibilidades, siempre se mueve esa necesidad de no caer en la rutina. Es un desgaste emocional y físico muy fuerte, pero muchas veces la recompensa va a nutrir mi portafolio, a los alumnos y que me deje interesantes lecciones y principios, para crecer y que yo puedo trasladar a sesiones de pareja, bodas o algo relacionado con mi trabajo fotográfico más allá de los cursos.
Todas las fotografías que están en la entrada del día de hoy son realizadas en la terraza del Foto Museo, con mi cámara y un par de flashes, jugando y desdoblando con un principio muy básico de iluminación. Vea algunas variables que se pueden lograr o las sutiles diferencias que pueden tener con un poco de esfuerzo. Proponer y crear, es la idea principal de la entrada. Gracias por leerme, gracias por compartir.
Nos vemos la próxima.