Bienvenidos al blog.
Hoy les comparto algo de lo que logramos en la práctica fotográfica de Boudoir. Llevo muchos años realizando este tipo de sesiones para fotógrafos que quieran practicar, generar portafolio y resolver dudas sobre los temas que planteamos. Desde el manejo de equipo, dirección de modelo o algo muy específico de la sesión que estamos desarrollando,
Hay muchos aspectos en común dentro de un tipo de fotografía que puedes adaptar entre géneros, pero hay aspectos específicos o retos que te va a implicar desarrollar ese cambio de tipo de fotografía. En el caso del Boudoir, lo que más se trabaja, primero, el cuidado y respeto hacia la modelo. Que ella se sienta cómoda, va a poder proyectar libertad y fortaleza.
Otro aspecto importante es las poses y posturas, hay una linea muy delgada entro lo sutil, sensual y delicado; a lo grotesto y excesivamente sugerente, que puede rayar en el mal gusto. Una de las claves siempre es entender que las fotografías de Boudoir es para ellas, en la medida que entendamos que las fotos son para ellas y que los límites de comodidad y respeto los marcan ellas. Eso les permite transmitir en cada disparo.
Para mí, la luz sigue siendo un elemento primordial en la narrativa y en cobijar y cuidar a las modelos. Las sombres nos aporten ese toque de delicadeza y pudor que nos ayuda a no mostrar demás. Es como compartir solo un poco de su luz para sugerir, más que mostrar. Las luces y las sombras son el espacio de delicadeza que pueden aportar en las sesiones.
Les dejo la serie que logré ese día. Nos leemos la próxima, gracias por leer, mirar y compartir.
