¿No les encanta cuando la fe y la esperanza llegan solitas a tu casa? ¿Cuando de repente en la sala de tu hogar aparece una oportunidad de crear una nueva serie de fotografías Pues así de bonita es la vida, que en épocas de aislamiento y cuarentena te da la oportunidad de hacer fotos nuevas, con una modelos impresionante y dispuesta a dar lo mejor de si. A mi como fotógrafo me corresponde poner luces y encuadres; a ella, una pequeña catarina simplemente sonreír.
La serie de hoy es muy significativa por varias razones. Primero es parte de mi serie de Universo Macro, que para quienes ya la conocen, saben que yo jamás he planeado, ni buscado ninguna fotografía de esa serie. Siempre llegan solitas, siempre aparece un ser del universo tan pequeño y lleno de belleza para jugar con mi cámara y luces. Y aparecen en los momentos en que más necesito algo de rumbo y Fe, además hace mucho no hacía una fotografía o serie del universo macro.
¿Por qué digo que apareció con algo de esperanza y fe? Seguimos en épocas de cuarentena por el COVID-19, en un encierro parcial de nuestras actividades cotidianas. Y dentro de nuestras casas, después de meses de confinamiento, hay días que pesan más, que cuestan más. Pues era un día de esos que los ánimos estaban por los suelos, sin ideas, sin ganas y un poco apagados. Sé que todos hemos vivido esa sensación, y de repente… en la sala de tu casa aparece un pequeño ser que podría jurar que nos quedamos viendo fijamente y sonreímos, esa sonrisa que es complicidad e ingenio.
De repente una chispa de vida se encendió en mi corazoncito, que paso por mi alma, encendió mi cerebro y puso una sonrisa. De inmediato me levanté, salí corriendo a buscar algunas hojas y flores, ha estado lloviendo y había muchas en el suelo. Regresé y ella seguía ahí… la salude y le dije: Dame unos minutos en lo que preparo todo. Le hablaba con la esperanza de que fuera paciente y no se fuera, recuerden que es un pequeños ser vivo libre, que no puedo obligar que quedarse.
Saque mis flashes y mi lente macro, monte rápidamente un par de tripies, unas cuantas pruebas de luz. Después suavemente acerqué una hoja a la catarina, para que ella se colocará sobre de ella, suavemente la coloqué sobre el tripie y le di unos minutos para ver cómo reaccionaba. Se movía como reconociendo su entorno y comenzamos la sesión. Se me hace increíble toda la estética y belleza que tienen algunos insectos y animales del mundo, tanta belleza en pocos milímetros, el mundo es más hermoso y más inmenso cuando entiendes que la belleza se construye milímetro a milímetro, y de ahí genera un universo de posibilidades. Por eso la serie se llama universo Macro.
No me gusta encasillarme en un tipo de fotografía, tampoco me gusta creer que puedo hacer de todo el abanico de posibilidades que ofrece la fotografía. Un comentario común de muchos colegas durante la cuarentena era esa pesadez de no poder hacer fotografías y otra de las lecciones que me deja la situación mundial es que puedes crear, cuando tienes ganas de crear. Es fascinante cómo en un metro cuadrado puedes hacer una serie completa de fotografías, con diversos matices, contrastes, ángulos y propuestas, en un metro cuadrado.
Si, no pude hacer retratos, ni bodas, ni sesiones de parejas, pero pude darme la oportunidad de hacer otro tipo de fotografías. Y la serie de universo macro representa lo más bonito que me da la fotografía. En los días más grises me manda señales de vida para no perder la fe, para no perder el rumbo, para recordarme porque amo tanto recorrer el mundo con mi cámara.
Les dejo la serie final de mi pequeña amiga, que cabe mencionar que estuvimos 3 horas con la primer sesión que se hizo en la sala del departamento. Esa noche se quedó a dormir, al parecer estaba a gusto en la hoja que tenía. Al día siguiente me acerque a una ventana para hacer las fotografías con fondo azul, me permitió hacer otra ronda de fotos y de repente voló. Espero que la serie sea de su agrado, gracias por mirar y gracias por compartir.